sábado, 14 de abril de 2018

Orientación


Las hormigas recolectoras recorren distancias de hasta 200 metros desde su nido,111​ y encuentran el camino de regreso, incluso en la oscuridad, gracias a los rastros de olor que van dejando. En las regiones calurosas y áridas las hormigas que salen de día corren el peligro de morir por desecación, de forma que la capacidad de encontrar con mayor rapidez el camino de regreso reduce este riesgo. Así, hormigas diurnas de zonas desérticas del género Cataglyphis, como Cataglyphis bicolor, que habita en el desierto del Sahara, se orienta recordando la dirección y la distancia que ha recorrido. Para medir la distancia recorrida utilizan una especie de podómetro interno que lleva la cuenta de los pasos realizados,112​ y también evaluando el movimiento de los objetos en su campo visual,113​ y para la dirección toman como referencia la posición del Sol;114​ integran esta información para encontrar la ruta de retorno más corta posible hasta el nido.115​ Como todas las hormigas, también hacen uso de referencias visuales cuando están disponibles,116​ y utilizan otras señales táctiles y olfativas para orientarse.117118​ Algunas especies son capaces de utilizar el campo magnético terrestre para orientarse.119​ Sus ojos compuestos tienen células especializadas que detectan la luz polarizada del Sol, que usan para determinar la dirección;120121​ estos detectores de polarización son sensibles a la región ultravioleta del espectro luminoso.122​ En algunas especies de hormigas soldado, un grupo de forrajeras que se separen de la columna principal pueden girarse hasta que la primera hormiga de la fila se une a la última y forman un círculo; de esta forma las obreras siguen girando indefinidamente hasta que mueren por agotamiento.

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